POR FIN DE AMOR: EL CUATRO

 Sentí el sonido del Cuatro con aquella armonía de la llanura de Taguanes, porque la noche antes de la Gloriosa Batalla de Carabobo, para un amanecer del Día de San Juan en la maldita creencia católica traída por las humillaciones españolas y entre mulatos, negros, originarios, el cuatro hijo de la viruela y más ancestral que el laud. Y de amor se convirtió en los arreos en las puntualidades de las estepas llaneras.

 


En el cantar de los gallos y bravura del tiempo.

El Cuatro de nogal más adentro y libre que el charango de las alturas del alto Perú, visto en la copla. Hacedor del joropo junto a la egipcia-griega arpa.

Entre los conceptos de su eternidad y los ecos en el tiple de los Andes...

Por tantas memorias es nuestro instrumento revestido de una promesa de amor en la ventana de la lluvia, en la solidaridad hermosa de los estudiantes, es el tímpano de la gloria, con el aprendimos a cantar "El Gloria al Bravo Pueblo". Con su simiente de esperanza se ha diseñado el Alba de revoluciones y desde los cantos y los Gritos en la purificación sincera del pensamiento venezolano.

 


Con el cuatro se idealiza Bolívar las campañas liberadoras y la noche preciosa de Guayaquil frente a José de San Martín se conversaron allí los misterios más secretos de la masonería y de recuerdos el héroe de los gauchos llevó a su final en Paris un viejo cuatro que le regaló el libertador y aún lo describía entonando una canción poética.

 Es el cuatro el "Alma Llanera" del compositor de la Zarzuela llamado: Rafael Bolívar Coronado, como de las "Brisas del Torbes" de Eloy Galaviz a quien Luis Felipe Ramón y Rivera se hizo su dueño.

Detrás del cuatro Francisco Lazo Martí escribió la poesía llanera. Y cuanto al instrumento casi de una esencia milenaria contada en la Biblia, Teresa de la Parra lloró sus angustias a la orilla de un candil amarillento y debajo de las tormentas del invierno.

 Fue del General Páez en el cuatro como sus puntos cardinales de un juego estratégico de la guerra. Y bizarro el negro Camejo cantó la noche antes de la despedida.

Y de cuatros los llaneros de Zaraza convocaron la presencia de caballos y de vientos los sonidos cubiertos en llamas entre las sombras del fuego de las llanuras.

Con la boca de un mechurio de gas en La tierra de Monagas y en la primera lanza del mundo donde allí estuvo la sonoridad de los siglos.

Y junto a sus "Angelitos Negros" Andrés Eloy Blanco se fue por los páramos para jurarle a "Luz Caraballo" su amor inocente...

Mas con petróleo crudo y oro negro de Obreros cantando las afinidades de una patria consagrada a los hechos de la música...

Remedio de los santos y cómplice de los ritos...

El primer acorde que conocimos en la vida fue el cuatro, aquel precioso instrumento de cuatro cuerdas. Como de los mensajes esotéricos y las palabras brindadas del llanto de un velorio de angelitos... a quien el olvidado folklorista Luis Arturo Domínguez realizo una ceremonia a su dimensión popular.

Y de allí: todo!

El cuatro. La otra idea clásica para una orquesta, con los destellos primitivos de una oración sefardita o de un oriente. De la bandola, como de la verdad convertida en anima humana.

Desde el rumor andino y de la gaita Mora y santa zuliana...

Y sobre el galerón el sol naciente del Esequivo.

Entre la novia del alma, los caminos del corazón con el cuatro cuando una noche en el Ateneo del Táchira Freddy Reina deleitó todas las formas del cuatro y Chelique Sarabia cincuenta años atrás con él describió su universal "Ansiedad".

 Más desde las conjuras sociales Ali Primera cantó con el cuatro los hirientes sacrificios de un país. Y desde los Diablos Danzantes de Yare vieron el ritual junto al instrumento divino en un vitral armonioso en la casa de Carlos Orozko "carreto" desde"Las Cuerdas Andinas".

 Miren de Dios el Santo Padre Karol Wotila recibir un cuatro de manos de Simón Díaz, fabricado por el luthier Ramón Eladio Contreras. Y desde "Raíces de Venezuela" Domingo Moret describió una noche en mi casona de La Grita lo sublime de la eternidad sonora del Cuatro.

Y hasta de la popularidad humana de un barrio de ranchos de una ciudad entre luces se ha escuchado una fiesta junto al cuatro.

 Cuan de Silvestre García invocando los sueños y de Salvador Moreno dibujando la elegancia que se describe en un acorde de una orquesta y de polifonía se convirtió en el legado patrimonial desde la emancipación de 1813 hasta nuestros días.

 Vi como mi amigo Dr. Roberto Barrios quien fue compañero de música de Rodrigo Riera y de Jesús Soto una noche en la Casa de la Cultura de La Grita, describió enormemente como se podía entonar una de las sinfonías de Beethoven a través de la puntualidad de un cuatro.

En una visita de Raúl Delgado Esteves a mi taller de pintor vio el viejo cuatro que fue de mi tio Benedetto el mejor panadero del mundo y dándole unos acordes habló del cuatro compañero de las corales... y testigo de mil caminos...

 Ojalá todos, nosotros pudiéramos comprender la magnificencia del Cuatro. Cuantas horas y tiempos Fanny Zulay Rojas antropóloga narró en hojas para un libro la propuestas del instrumento testigo de la guerra de independencia, del manifiesto del llanero y de los delirios hermosos de la canción del pueblo...

 Hugo Chávez se detiene a sentir su cancionero de Quijote y mártir a través del cuatro y canta con el diablo como de pasión Alberto Arvelo Torrealba. Y Luis Mariano Rivera describió a su Araya de sal, mientras Serenata Guayanesa pintó al Orinoco y del Cuatro Emerio Darío Lunar en Cabimas añoro más eternidades junto a su armónico cuatro entre botiquines y las tormentosas tristezas.

  Y desde Omán de los dioses árabes José Roberto Arellano dictarle clases de música a los niños de Arabia con la grandeza de su cuatro.

Silabario grande de los pentagramas de la venezolanidad ...

Del Dr. José Antonio Sánchez meditar sobre Cheo Hurtado y conseguir las consonantes del Pollo Brito entre una memoria en Seboruco con el luthier Edgar Ramírez más de los misterios de las afirmaciones..

 Casi como de "Los Comisarios" de Héctor Poleo y la luna apareciendo dentro del alma.

Y entre mis recuerdos hermosos no vi más interesante acto, que presenciar como mi padre Pepe Melani afinaba el cuatro. Me lo recordó "Carreto" una tarde grítense comiendo quesadillas.

Entonces de amor es digno, sagrado saber desde el cielo andino, donde azul es mas profundo sobre la connotación mundial del Cuatro...

El más sublime patrimonio cultural de la humanidad...

 Néstor MELANI-OROZCO (*)

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De Mi Libro:

VIAJEROS DEL TIEMPO

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(*) Artista Plástico.

Cronista de la Grita.

Premio Internacional de Dibujo "Joan Miro"1987. Barcelona. Catalunya. España.

Honorario Sociedad Bolivariana de New York.

Maestro Honorario.

Doctor en Arte.

 

Comentarios

  1. Excelente registro literario de mi estimado Artis Plastico, cronista, poeta, dramaturgo Don Nestor Melani Orosco, sobre nuestro instrumento nacional

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